Papaya Salad

Ensalada de papaya para viajar

papaya salad

La ensalada de papaya es un plato típico de la cultura gastronómica tailandesa basado en la fruta del mismo nombre. Es un plato que requiere una preparación cuidadosa y compleja, con sabores y colores inconfundibles, resultado de la unión entre la papaya verde cortada en tiras y otros ingredientes como la guindilla, el zumo de lima, el azúcar de palma, el caldo de pescado, las gambas secas o el cacahuete tostado. Los diferentes ingredientes de la ensalada de papaya actúan como divisiones entre los capítulos. Un universo de formas y sabores que dialogan entre sí, incluso cuando parecen estar en conflicto. La papaya actúa como un contenedor y así funciona también el libro que nos ocupa: sus colores visten la cubierta en verde, las páginas en rosa, y el interior revela el contenido de la «fruta». El resultado final es un objeto colorido e intrigante que invita al descubrimiento.

Su autora, Elisa Macellari, es una ilustradora italotailandesa con un estilo que mezcla influencias europeas y asiáticas para medios como The New York Times, Corriere della Sera o Donna Moderna, además de su trabajo en ilustración editorial. Papaya Salad es su primera novela gráfica, una historia personal de búsqueda de los propios orígenes que surge de la necesitad de entender una tierra que le es propia y ajena a la vez, la Tailandia de su madre y sus ancestros. La ensalada de papaya, que da nombre al cómic, actúa como una especie de magdalena de Proust que conduce directamente al inicio de la historia, construyendo una de las bases sobre las que se asienta la obra, la comida como elemento poderoso para transmitir la memoria.

La historia es una reconstrucción de los diarios que dejó el tío tailandés de la autora, Sompong, un adolescente en Tailandia en la década de 1930. Sompong es reflejo de los usos y costumbres de la zona rural de la nación de ese periodo, y su infancia transcurre en contacto con la fauna local, el campo y la naturaleza, cultivando la tierra y cuidando a los animales.

Más tarde es enviado a estudiar a Bangkok, y allí descubre su pasión por el estudio de idiomas, acabando en la Academia Militar con el objetivo de obtener una beca en el extranjero. En sus viajes llega a Europa, primero a Italia y luego a Viena, donde se ve inmerso en los acontecimientos globales de su época, la guerra y los eventos posteriores que marcarán una vida de carácter excepcional, lo que recuerda a Lexico familiar de Natalia Ginzburg y sus pequeñas historias, que en determinados momentos históricos pueden volverse grandes y entrelazarse con tramas y destinos inesperados.

Elisa Macellari sigue las mil aventuras de Sompong con gran habilidad, construyendo los eventos con un ritmo pausado y atractivo, así como personajes que se describen de manera simple pero efectiva. El plano de la realidad se alterna con el de la fantasía en una reelaboración interna que está imbuida del mito y la religiosidad budista tailandesa. Sompong es un personaje apocado y al mismo tiempo valiente, y su camino está construido con una mezcla de fatalismo, religiosidad y superstición muy presentes en la cultura tailandesa.

Los colores de la papaya son la clave para comprender la imaginación de la autora: el rosa y el verde brillante dominan especialmente en la fase de la infancia y la adolescencia, mientras que el verde tiende a oscurecerse en la parte final, cuando la realidad se vuelve más sombría. El diseño se construye de manera sencilla, pues el color es el protagonista, y el talento de Macellari se revela sobre todo en la representación de las formas fitomorfas, que a veces tienden a la abstracción geométrica. Esto es evidente en la representación de elementos naturales, y también en los detalles que se repiten en los motivos ornamentales.

La gran variedad y originalidad del dibujo es el resultado de los orígenes italotailandeses de la autora, que se mueve en el espacio entre la comedia y el drama con madurez, a pesar de ser su primera obra. El cómic además brinda información sobre Tailandia tanto desde un punto de vista histórico (su papel durante la Segunda Guerra Mundial) como folclórico (la superstición, el budismo y el animismo), una cultura oriental aún poco conocida en comparación con la más investigada de Japón y China.

Elisa Macellari ha logrado, mezclando elementos reales e inventados y sus recuerdos de niñez con los de su tío, crear un puente entre la historia europea y tailandesa dando vida a un trabajo emotivo y lleno de sabor. Papaya Salad es una hermosa historia de amor, viajes, política e interculturalidad. Y en los tiempos que corren, una historia sobre culturas distantes que se tocan, tratan de comprenderse y se contaminan es no solo oportuna, sino necesaria.

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