Mi vida en barco

Una corriente que fluye

9788416529704

Un escritor en crisis compra un barco para poder pescar en el centro del río. Tsuda, que así se llama el escritor, se excusa ante su familia y ante sí mismo con la necesidad de tener un lugar tranquilo en el que poder escribir sus artículos de pesca para una revista especializada y a la vez poder dar forma a su próxima novela, pero lo cierto es que la relación que establece con su barco va mucho más allá de un espacio para escribir.

Y es que el pequeño bote se convierte rápidamente en todo un hogar para Tsuda, un refugio frente a las dificultades de la vida, que se amontonan en una crisis de madurez. Su familia regenta una tienda de ropa vaquera, un lugar en el que Tsuda cada vez encaja menos, sintiéndose abrumado por su inutilidad. Sin embargo, en el barco, que es su pequeño reino, Tsuda puede relajarse y huir de estas hostilidades mundanas, acomodándose al ritmo constante e inmutable de la corriente que mece su embarcación.

Pronto el río Tone se convierte en el hábitat natural de Tsuda, a pesar de que sus incursiones se limitan al escaso tiempo que puede robarle a la vida familiar. Allí conoce extravagantes personajes que forman parte de la fauna del río. Seres que, como él, cada vez encajan menos en una realidad que avanza demasiado deprisa, empujado por la hegemonía de una juventud que ya es dueña de los tiempos, condenando a una generación a la obsolescencia.

Curiosamente, muchos de estos personajes que Tsuda va conociendo poseen otro rasgo en común: las marcas de la posguerra, que han definido a estos hombres en su madurez. Lo que retrata aquí Tadao Tsuge es la cicatriz compartida por una generación, nacida durante la guerra y criada en las penurias de los años cincuenta, que en su madurez se encuentra enfrentada a los recuerdos y con un cierto anhelo de aquellos tiempos que, pese a ser mucho más duros, para ellos son mejores que el presente, aunque quizás ninguno de ellos lo expresaría con estas palabras.

Mi vida en barco es una obra cargada de tintes autobiográficos, la manera de Tadao Tsuge de enfrentarse a ese sentimiento compartido por una generación que de repente, en torno al cambio de siglo, comenzó a sentirse desplazada y a añorar, en cierto modo, un mundo que resultaba mucho más arduo y difícil, pero que no dejaba de ser el mundo de su infancia, sin duda más comprensible y asumible. Al fin y al cabo, su mundo.

Por ello, toda la obra se impregna de un tono de jovialidad melancólica, mirando al pasado con nostalgia pero con la resignación de seguir avanzando hacia el futuro de la forma más llevadera posible. A pesar de este poso de amargura, Mi vida en barco destila un optimismo mayor que otros títulos que pueden enmarcarse en la misma línea, especialmente si realizamos una comparación con los títulos de su hermano, Yoshiharu Tsuge, que también nos han llegado al mercado en castellano de la mano de la editorial Gallo Nero. Sin embargo, y aunque Tadao Tsuge es una figura tan destacada como su hermano en torno a la revista Garo durante los años setenta, debe matizarse que Mi vida en barco es una obra posterior, publicada entre 1997 y 2001, lo cual permite apreciar además la madurez creativa de este autor.

Y es que el despliegue narrativo que exhibe Tadao Tsuge consigue dotar a la obra de una ligereza que convierte sus más de seiscientas páginas en un suspiro, en un paréntesis al mundanal ruido.

Abrir Mi vida en barco es acompañar a Tsuda en sus desconexión con la realidad, adentrarse en la fauna del río Tone y convertirse en uno más de estos seres perdidos que han encontrado en el río su lugar y, en cierto modo, su razón de ser.

Deja un comentario