Sunny Sunny Ann!

Carretera y manga

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En los últimos años, el mercado del manga en España se ha diversificado. Cada vez nos llegan más publicaciones experimentales, alternativas y underground que complementan los títulos más comerciales y populares. Gracias a este hecho, la percepción del cómic japonés como un nicho de creación artística y no como un género en sí mismo está empezando a calar en los lectores patrios. Una de esas obras dispuesta a derrocar prejuicios sobre el manga es Sunny Sunny Ann! de Miki Yamamoto. En 2011, Yamamoto debutó como mangaka profesional gracias al cómic mudo Bakudan ni Ribon, editado originalmente por Sansai Books. Dos años más tarde, se alzaría con el Premio Tezuka Osamu al mejor artista novel gracias a la presente Sunny Sunny Ann!, serializada en la revista Morning, de Kōdansha. Unos años más tarde, tras doctorarse, empezó a trabajar como profesora asistente de arte y diseño en la Universidad de Tsukuba.

Para Yamamoto, según ella misma explica, es muy importante que en el arte exista cierta relación entre el contenido y la forma. La historia debe encontrar la manera de expresarse en el propio dibujo. En el caso de Sunny Sunny Ann!, la autora apuesta por un estilo fluido y ágil, prácticamente improvisado, donde los detalles se hacen a un lado para convertirse en el reflejo del alma de Ann: libre y sin ataduras.

Ann es una mujer que vive al margen de las expectativas sociales. No tiene casa, ni familia, ni trabajo. Su coche lo es todo para ella. Le permite ir de un sitio a otro y no dormir nunca en el mismo lugar. Usa el capó para comer, el maletero como despensa y los asientos traseros para mantener relaciones sexuales a cambio de dinero para continuar con su estilo de vida. Aunque su vida se ve golpeada por un incidente, ella decide seguir siendo fiel a sus principios y se embarca en un viaje sin destino ni fin.

A lo largo de las páginas, Yamamoto explora tres grandes temáticas: el hogar, el matrimonio y la maternidad. De forma elegante y sutil, la autora nos muestra los pros y los contras de estos tres estamentos sociales y los contrapone a los actos de Ann. Todas estas cuestiones también resuenan en el último trabajo de la mangaka, Kashikokute Youkiaru Kodomo, un webcómic sobre las preocupaciones de una mujer embarazada sobre el futuro que le depara a su hijo. Una historia disponible de forma completa y gratuita en la página web de la autora.

Sunny Sunny Ann! es mucho más que una road movie. Es un estudio sobre la emancipación de la mujer a través de las cadenas que habitualmente nos aprisionan y a las que Ann ha renunciado. Para Yamamoto es importante usar su obra para adentrarse en las vidas de diferentes mujeres y, en el caso de Ann, nos muestra una vida llena de luces y sombras. Una libertad difícilmente envidiable. También conoceremos a otras mujeres, como Laura y Abbie, cuya vida acaba de llegar a una encrucijada que sirve a Yamamoto para ahondar en los prejuicios sobre la belleza y el amor, tanto romántico como maternofilial.

Este interés por reflejar los problemas consustanciales a la vida de las mujeres no es exclusivo de Yamamoto. Dentro del manga josei existen una gran cantidad de autoras cuyos trabajos se adentran en estas cuestiones, como es el caso de Kyōko Okazaki (Helter Skelter, Ponent Mon), Kiriko Nananan (Blue, Ponent Mon) y Ai Yazawa (Historia de un vecindario, Planeta Cómic), pero nuestro mercado editorial aún tiene muchas autoras japonesas por descubrir. Entre ellas tenemos a Erica Sakurazawa quien, actualmente, está trabajando en Komadori no uta, la historia de tres generaciones de mujeres de una misma familia. Tampoco podemos olvidar a Yumiko Ōshima, autora del aforismo que pone punto final a Sunny Sunny Ann! y una de las mangakas más prolíficas del llamado grupo del 24. Uno de sus últimos trabajos es Gûgûdatte Neko de Aru, un manga donde habla de su experiencia personal con el cáncer de ovario.

Subirse al coche de Ann es emprender un viaje desconocido, pero familiar. Sunny Sunny Ann! nos evoca las películas de carretera y manta estadounidenses, protagonizadas por hombres fríos y distantes que se dedican a hacer chapuzas a cambio de comida y agua. Pero esta vez la protagonista es una mujer y la historia la escribe una autora japonesa. Desde el asiento del copiloto nos convertiremos en cómplices de esta inversión de roles que profundiza en la psique de su protagonista con una exquisita sensibilidad. Miki Yamamoto no juzga a su protagonista, la narrativa no invita al lector a posicionarse a favor o en contra del estilo de vida de Ann. Es la exposición de una vida, un retrato, prácticamente una fotografía. Yamamoto hace de Ann un personaje tan libre que está exento del juicio moral del propio lector.

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