Barrier es la segunda serie de webcómics que el guionista Brian K. Vaughan está realizando junto con el dibujante Marcos Martín y la ilustradora y colorista Muntsa Vicente para Panel Syndicate. Para quien lo desconozca, Panel Syndicate es un proyecto que ideó Marcos Martín cuando aún trabajaba para Marvel y al que más tarde se unieron Vaughan, Vicente y Albert Monteys. Se trata de una plataforma de distribución de webcómic en la que son los lectores los que ponen el precio a la descarga de la obra.
La primera entrega, de las tres publicadas en 2016, transcurre a ambos márgenes de la frontera entre México y Estados Unidos. Los protagonistas son Liddy, una ranchera texana a la que un desconocido está presionando para que abandone o venda sus propiedades, y Óscar, un inmigrante hondureño que quiere cruzar la frontera para llegar a Estados Unidos. Las peripecias de los dos protagonistas se desarrollan en el idioma materno de cada uno de ellos, español e inglés, respectivamente, sumergiendo al lector en dos realidades completamente diferentes.
Por un lado, Óscar tiene que atravesar Centroamérica con ayuda de los traficantes de personas hasta alcanzar a La bestia, la red de trenes de mercancías que lo llevará hasta su destino. Por otro, Liddy intenta buscar respuestas relacionadas con la extorsión que sufre para acabar descubriendo que está completamente sola y sin apoyo. Ambos terminarán encontrándose por azar y vivirán una experiencia cercana al delirio. Barrier es absolutamente trepidante y, en su arranque, narra visualmente de una manera espectacular el drama de la inmigración ilegal en la Crystal Frontier de Calexico.
El hecho de que no estén traducidos los idiomas de cada protagonista vuelve a colocar las ideas de Vaughan a la vanguardia de la producción de novela gráfica. Este uso de dos lenguas nos hará sentir, en caso de que no dominemos ambas, la dificultad que supone para las personas entenderse en otros idiomas, sobre todo en momentos tan complicados como los que viven los personajes. A pesar de la barrera idiomática, el lector podrá seguir el argumento gracias al virtuoso dibujo de Marcos Martín, que trasciende los diálogos de los protagonistas haciendo comprensibles las situaciones y el desarrollo de la trama incluso y aunque no se conozca el idioma en el que están escritos los textos.
La previa al encuentro de los dos protagonistas la conforman siete viñetas de un preciosismo brutal. Sin ningún diálogo, los autores aproximan la vida de ambos mediante la variación en el tamaño de los marcos para converger en una escena final asombrosa que nos dejará boquiabiertos y que dará entrada a las aventuras de nuestros dos protagonistas, ya de forma conjunta, en las siguientes entregas.
En el segundo y tercer capítulo los problemas existenciales de Óscar y Liddy pasan a un segundo plano y solo accederemos a ellos a través de flashbacks en contadas ocasiones con el objetivo de conocer la memoria vital de ambos. Tras un giro de 360 grados al estilo de Abierto hasta el amanecer, la historia se vuelve más lisérgica tanto en el guion como en el dibujo y los colores y los dos protagonistas añadirán a sus problemas de comunicación verbal los inherentes a la comunicación alienígena si es que esta pudiese darse.
Vaughan vuelve a sorprendernos con una historia de ciencia ficción con giros inesperados basada en unos conflictos muy actuales como son los muros físicos y culturales. Barrier es una historia que nos sumerge en la problemática vivencial que suponen las barreras políticas y legales, en la dificultad de entendimiento que producen las barreras lingüísticas y, en último término, en la confusión alucinógena que generan las barreras conceptuales.