Qué es lo que nos hace humanos? Lo importante es el viaje. No tanto llegar a Ítaca. Así lo escribió Constantino Cavafis en su célebre poema: «Cuando emprendas tu viaje a Ítaca, pide que el camino sea largo, lleno de aventuras, lleno de experiencias». Puede que la respuesta a la pregunta anterior sea sencilla o tremendamente compleja (desde la biología, desde la filosofía, desde la metafísica…), y se desglose en otras preguntas: ¿la capacidad cognitiva?, ¿el lenguaje?, ¿la capacidad de aprendizaje?, ¿el hecho de caminar erguidos?, ¿el tomar nuestras propias decisiones?, ¿la esencia del individuo?
Los argentinos Lucas Varela (La herencia del coronel; Paolo Pinoccio) y Diego Agrimbau (La burbuja de Bertold; El gran lienzo; Planeta Extra) pretenden aportar luz a este tema en El humano, su segunda obra juntos tras Diagnósticos, una recopilación de relatos en forma de cómic donde jugaban con la narrativa y con las limitaciones del medio, en una suerte de laboratorio en viñetas. Ahora dan un paso más, en forma de historia larga, pero sin alejarse de ese espíritu de la experimentación, buscando, al mismo tiempo, conseguir una lectura experiencial en quienes se acerquen a estas páginas.
Todo empieza con Alpha, un androide sin credenciales que se despierta en un nuevo planeta, un tanto inhóspito y desconocido, sin saber bien cuál es su función. Pronto encontrará a sus compañeros de viaje mientras intenta arreglar el archivo de memoria de su misión, que parece dañado, para descubrir qué debe hacer, cuál es su propósito vital. La clave del cómic se centra precisamente en el aprendizaje (o reaprendizaje) y en las relaciones de la protagonista con otros robots, con las criaturas que habitan el orbe y con el último ser humano superviviente.
Los autores (los dos con experiencia y formación en diseño gráfico, algo que se nota en la milimétrica puesta en página, con una propuesta formal muy clásica) construyen un universo propio de ciencia ficción humanista muy potente (de la que hace reflexionar sobre la condición humana), con dosis de acción y aventura, además de unas pinceladas de misterio (un tanto naíf y previsible, aunque eso no lo hace menos disfrutable).
Ciencia ficción humanista con regusto clásico, guion sencillo pero muy emocional y un delicado dibujo
El humano cuenta con un guion de Agrimbau, sencillo pero muy emocional, con una trama centrada en temas universales, donde el género se convierte en llave que invita a abrir la reflexión. Y con un dibujo delicado, con una paleta de color plana y limitada, con el rojo como predominante, lo que consigue una atmósfera especial que le viene de lujo al conjunto, enrareciéndolo y matizándolo. Varela juega con el tempo y con el ritmo. En ocasiones deteniendo y, en otras, acelerando la narración. Todo ello con unos dibujos muy de la línea clara, pero con toques modernos, que se cristaliza en un diseño de personajes sintetizados y, aparentemente sencillos, aunque muy icónicos y reconocibles. «Neuroquímica biocibernética. La identidad regulada. La construcción artificial de la con- ciencia. El individuo, lo colectivo y el libre albedrío. La desobediencia y la culpa como motores hacia una nueva era», explican.
Una novela gráfica que habla de los cambios, de la esperanza (y la desesperanza), de la locura, de los proyectos (de empezarlos y culminarlos), del duelo, de la rabia, de la empatía… Habla de lo que nos hace humanos: de la humanidad y de la humanización. Todo ello en una edición estupenda por parte de La Cúpula, con papel de alto gramaje y un atractivo tamaño. Casi ciento cincuenta páginas en las que se presentarán Alpha, Uno, Cuatro, Cinco, Robert, June… los rojos… Maravillosos personajes con los que los lectores se emocionarán, se divertirán, disfrutarán y reflexionarán. Algo que se debería pedir a toda obra pero que solo consiguen las buenas; pero las buenas de verdad.
Un cómic de aventuras que es un gran viaje, como descubrirá la protagonista. Y eso, al final, es lo que importa, como recitaba Cavafis al final de su odiseico poema: «aunque la halles pobre, Ítaca no te ha engañado. Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia, entenderás ya qué significan las Ítacas». Aunque las preguntas sigan: ¿Ha llegado el momento de reiniciar a la humanidad? Quizá la humanidad no se lo merezca.