Algunos géneros son denostados por su temática. Porque no encajan dentro de la moral pública, la idiosincrasia del presente o las ideas del buen gusto. A veces es porque abrazan aspectos de la cultura que se consideran, por motivos menos que laudables, menores. De ahí que haya géneros enteros de los que no sepamos prácticamente nada. Algo que ha ocurrido históricamente con el BL.
El BL, o boys love, es un género sobre romances entre chicos jóvenes. Eso no significa que no existan también ejemplos de romances entre hombres adultos o que la mayoría del género no tenga un cargado tinte sexual, pero en última instancia es eso. El género por antonomasia de romances homosexuales entre chicos jóvenes. Algo que ha supuesto su condenación crítica.
La razón parece clara. El BL está dirigido hacia un público femenino, mayoritariamente heterosexual. Y la razón por la que se dirige a este público no está menos clara. Igual que los grupos de pop siempre eligen a hombres de aspecto físico lo más dulce y femenino posible, porque les hacen parecer menos agresivos, el interés del BL radica en que, al ser un romance entre hombres, sus avances resultan menos invasivos que si una de las partes fuera de género femenino. Porque, en el momento que ocurriera eso, las lectoras podrían proyectarse con más facilidad en la historia, pero a costa de que todo se sintiera quizás demasiado personal. Demasiado predatorio.
Ahí radica la condenación crítica. En ser un género que podría leerse como pornográfico, dirigido esencialmente a mujeres y escrito y dibujado mayoritariamente por estas. Todo un combo de rasgos no precisamente celebrados por la crítica, mayoritariamente masculina, ni el público generalista, no muy abierto de mente, que ha hecho que solo se haya empezado a apreciar a las autoras históricas del género, como las autoras del Grupo del 24, hace muy pocos años.
Todo el contexto anterior es necesario para entender Metamorfosis BL, de Kaori Tsurutani, no porque la obra sea BL, que no lo es, sino porque la misma se sostiene sobre el entendimiento de los prejuicios existentes hacia el género. Porque, si atendemos a los prejuicios, la situación que nos ofrece el manga es una anormalidad rozando lo imposible.
A fin de cuentas, Metamorfosis BL es la historia de Ichinoi y Urara, cómo se hacen amigas a través del BL, ahondando en su relación a través de ese amor compartido, donde Urara ejercerá de maestra de Ichinoi. Pero claro, en todo esto hay un giro. Ichinoi es una viuda de 75 años que nunca antes había leído un manga BL y Urara es una adolescente todavía en el instituto cuya única fuente de desconexión es el BL. De ese modo, su relación está claramente invertida. Urara ejerce de maestra de Ichinoi, a pesar de que Urara es extremadamente tímida, tiene más de medio siglo de vida menos y la propia Ichinoi se gana la vida haciendo de maestra particular de caligrafía.
Por eso el interés del manga radica en las interacciones entre ambas, que no son las que esperaríamos en primer lugar. Si bien la diferencia de edad haría muy fácil que fuera una relación de abuela-nieta, por más que no lo sean, Tsurutani no se permite caer en eso. Ichinoi y Urara son amigas. Y si bien es cierto que la edad arrastra ciertos condicionamientos objetivos —Ichinoi no puede hacer ciertas cosas lastrada por su cuerpo; Urara no puede hacer ciertas cosas lastrada por la ley—, todo se siente como una relación entre dos amigas disfrutando de un hobby común, sin pretender que la diferencia de edad signifique nada, al menos, en lo que a su relación se refiere.
A esto ayuda el excelente dibujo de Tsurutani. Un dibujo sencillo, tierno, refinado de un modo elegante, que no busca grandes florituras. Casi como si fuera un sketch, donde la propia espontaneidad del trazo es el rey, todo cuando dibuja se siente cercano, tierno. Como la relación de ambas chicas. Algo a lo que contribuyen las acuarelas de sus preciosas portadas, donde destaca el minimalismo en la elección de los colores y la maestría con la que utiliza sutiles degradados y un gran uso de los blancos del papel.
Al final, Metamorfosis BL es una historia sobre cómo dos mujeres aprenden a disfrutar de la vida y conectar con otros a través de algo que se le supone vedado. Que incluso debería tener algo de vergonzoso por sí mismo. Ichinoi, demasiado mayor para el BL, Urara, demasiado joven para el BL. De ese modo, la obra no es una glorificación del BL, sino una forma de demostrar cómo las narrativas usuales de lo que es adecuado o no acaban lastrando la realidad de lo que necesitan las personas. A fin de cuentas, ¿por qué es peor un BL que una obra que sí cumpla lo que socialmente se acepta como superior, cuando un BL puede tener la misma capacidad de reflejar lo que nos hace humanos? Eso es lo que es capaz de mostrarnos en Metamorfosis BL. Cómo, al final del día, debemos juzgar a cada persona y cada obra por lo que es y no pretender que existe una guía universal para entenderlos por lo que se supone que son por edad, género o cualquier otra atribución que hayamos considerado socialmente.