En Diagnósticos (La Cúpula, 2016), el guionista Diego Agrimbau y el dibujante Lucas Varela, dos autores de cómic argentinos, firman uno de los cómics más destacados del año. Sin más hilo conductor que seis trastornos de la personalidad, seis patologías y seis diagnósticos de enfermedades psicológicas y neurológicas, Agrimbau y Varela montan el armazón de una obra que demuestra el tremendo potencial del noveno arte para contar historias.
Agrimbau lleva desde los años 90 creando guiones para cómic y ha sido publicado tanto en su Argentina natal como en España por editoriales como Norma o La Cúpula (La muerte de Zabaleta, Planeta Extra, etc). A Lucas Varela lo habíamos visto también alguna vez publicado en España (La herencia del coronel, Matabicho). Las historias que aparecen en este tomo habían sido publicadas con anterioridad en la revista argentina Fierro.
En Diagnósticos proponen un juego al lector que aúna algún desorden mental (uno por capítulo: agnosia, claustrofobia, sinestesia, afasia, akinetopsia y prosopagnosia) con diversos experimentos narrativos con el lenguaje del cómic. Cada historia, además, cuenta con su propio estilo visual y su propio código de colores. Por ejemplo, en el primer diagnóstico, «Agnosia» (la incapacidad de reconocer objetos por sus cualidades visuales), se juega con la composición de las viñetas y su tránsito, en una especie de fantasía onírica y surreal que intenta poner en imágenes el desconcierto de la protagonista. En «Claustrofobia», en cambio, la conocida aversión a los espacios cerrados se pone de manifiesto cuando la protagonista rompe la cuarta pared y se ve inmersa en un cubículo de viñetas que la oprime cada vez más. De esta manera, los autores no solo reflexionan sobre el trastorno particular, sino también sobre el propio medio del cómic e interactúan de forma directa con el lector. En «Afasia», la protagonista no puede expresar sus pensamientos a través del lenguaje oral, pero estos se reflejan en todos los signos lingüísticos que encuentra a su paso. En «Prosopagnosia», la historia toma otros derroteros, puesto que es la única historia que no está protagonizada por un solo personaje femenino, sino que la enfermedad viene dada por una invasión alienígena, en un giro de los acontecimientos que por momentos recuerda al tono de series como La dimensión desconocida.
Diagnósticos, obra que fue realizada en parte en La Maison des Auteurs de Angouleme durante una residencia de cuatro meses, y que contó con una beca del Centro Nacional del Libro de Francia, es una novela gráfica realmente original; de esas que, de tanto en tanto, buscan forzar los límites del cómic. La idea es sumamente atractiva y no se conforma con explorar el territorio de la enfermedad mental en cuanto a la experiencia del enfermo o su entorno, sino que lo que da empaque al conjunto es la valentía a la hora de afrontar ese punto de partida con una experimentación tan lúcida. Lucas Varela, como dibujante, está espléndido. En sus anteriores obras ya había dado pruebas de su versatilidad, y en esta, vemos que va variando su estilo en función de las necesidades de la historia. Narrativamente, encontramos ecos de otros autores, como Charles Burns, el Daniel Clowes de Wilson, Darwyn Cooke o el español Víctor Santos (en la historia «Sinestesia»), pero el que me viene más a la cabeza, es el japonés Shintaro Kago, sobre todo en sus experimentos visuales de Reproducción por mitosis.
Puede que Diagnósticos no sea un cómic que deje al lector con la moral alta, pero sí que es un ejemplo de cómo este medio aún tiene mucho territorio por explorar, y, de vez en cuando, autores valientes como Agrimbau y Varela dan un paso adelante para mostrar el camino. En estas seis historias cortas se nos ofrecen un montón de posibilidades que solo están al alcance del cómic como medio narrativo. El resultado es un cómic brillante, transgresor y atrevido.