Hay cómics de los que esperas mucho y decepcionan. Y hay otros que lees con las expectativas justas y acaban siendo todo un descubrimiento. Sin duda, Mujeres del zodiaco es de los segundos: a priori puede no llamar la atención por su leitmotiv (es decir, la segunda parte del título), pero no hace falta más que una decena de páginas para darse cuenta de que las apariencias engañan y que este título, sin duda, fue uno de los lanzamientos destacados de 2019.
Al frente de esta obra de tres volúmenes está Miyako Maki (1935), una dibujante japonesa que, habiendo vivido la Segunda Guerra Mundial, comenzó a ganarse la vida en la década de los 50 gracias al incipiente manga shojo (para chicas). Pero no. Aunque cualquier lector pueda abrir un tomo de la saga que nos ocupa y pensar que estamos ante una obra de este género, Mujeres del zodiaco corresponde a una etapa posterior de la autora, cuando creó trabajos para el público adulto (tanto masculino como femenino), aunque guardando su particular y refinado estilo de dibujo.
Si pese a su dibujo no es un manga para chicas jóvenes (y el zodiaco es solo una excusa), entonces, ¿qué es? Pues Mujeres del zodiaco es un cruel retrato de la posguerra japonesa, una compilación de historias aparentemente inconexas que relatan sin pelos en la lengua una dura etapa de la historia nipona, y más con lo que conlleva que las protagonistas sean mujeres.
Así, cada uno de los diez capítulos de esta obra tiene como personaje principal una mujer (o varias) marcada por su signo del zodiaco. Como reconoce la propia autora, eligió este elemento porque cuando comenzó a plantearla el horóscopo estaba muy de moda: para los creyentes, puede marcar la personalidad y sobre todo el destino de la persona.
La primera historia es toda una declaración de intenciones: Yuko, una viuda que ha perdido a su marido en el frente, se enamora de un hombre manco tras refugiarse en otra aldea huyendo de los bombardeos. La desgracia marca su vida, como la de tantos japoneses y japonesas marcados por el conflicto bélico, y cuando todo parece encaminarse hacia un final feliz, una carta lo trastoca todo. La segunda historia no es menos: maltratada por la vida y por la guerra, Akemi acaba trabajando como mujer de la noche en un barrio de Tokio. Y así sucesivamente, con giros de guion, saltos de década e historias, a veces de amor a veces de desdicha.
El horóscopo es solo una excusa, y por suerte la autora no se adentra en ese mundo, pues haría perder credibilidad a la trama. En cambio, Maki explota dos elementos clave: por un lado, su dibujo, de trazo fino, suave, que nos transporta a los 60 pero al mismo tiempo con bastante porcentaje de realismo. Por otro, con la psicología: pocos autores consiguen que el lector sea parte de lo que explica, y en este caso el consumidor, que podría perfectamente lanzar un «no me lo creo», vive la extraña sensación de que, aunque quede lejos en el tiempo y en el espacio, esa experiencia fue más o menos real.
Y esto es clave en un mercado con múltiples opciones de lectura y donde sigue predominando el producto de consumo rápido. Por suerte, las editoriales españolas están apostando por traer manga clásico, ya no solo de Osamu Tezuka, sino historias costumbristas de maestros como Yoshiharu Tsuge o Yoshihiro Tatsumi. Ello nos brinda una oportunidad de oro: leer mangas que relatan el Japón de un momento muy diferente al actual, de tanto neón y electrónica; en este caso, presentando un país de escasez y supervivencia.
Mujeres del zodiaco es un homenaje a aquellas mujeres de la posguerra luchadoras que se enfrentaban no solo a su situación, sino a la sociedad y a su destino. Un homenaje que se disfruta, que no deja indiferente y que, sobre todo, nos invita a viajar en el tiempo y a reflexionar.