Us

Rosa y azul

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A veces no hace falta una editorial. No hace falta presupuesto. No hace falta un equipo, una distribuidora, un plan de marketing. En ocasiones solo hace falta amor. Y humor. Y como a veces solo hace falta eso, lo hizo. Desde las mesas plegables de los artist alleys de diversos salones del cómic, rodeada de preciosas láminas y pegatinas, Sara Soler (Barbastro, 1992) dio el humilde pistoletazo de salida a un fanzine limpio, de diseño cuidado y atractivo. Enarbolando los bellos colores de la bandera trans, Us estaba destinado a agotarse en repetidas ocasiones, a ayudar a su autora a cosechar galardones (Cuqui Award 2019 al Mejor Fanzine, Mejor Fanzine Aragonés 2019, Premio Carlos Giménez a Autora Revelación 2019) y a generar la necesidad de repetidas sesiones de firmas. Es lo que ocurre con las cosas del corazón; que a veces, cuando tienen un contenido y una forma a la altura, se saltan toda la cadena de distribución.

Sara Soler es una autora, todoterreno como pocas, que ha trabajado en adaptaciones de licencias audiovisuales (Dr. Horrible: Best Friends Forever de Joss Whedon, 2018), adaptaciones de videojuegos (Plants vs. Zombies: A Little Problem con Paul Tobin, 2019), literarias (En la oscuridad de Antonio Pampliega, 2019), álbumes juveniles (Red & Blue, 2018), cómic erótico (Sextories Magazine #3, 2019) e incluso en rompedores propuestas como la revista Planeta Manga (2020) con su historia IKIGAI. Un periodo de creatividad concentrada que, inexplicablemente, todavía le ha dejado un hueco para su obra más personal hasta el momento.

La magia de Us reside en su potencial didáctico involuntario —que es la mejor forma de ser didáctico— cargado de cotidianidad y humor socarrón, explosivo e hiperbólico. Todo ello utilizado para acercarse a una realidad muy personal: la experiencia trans y la vida en común de Sara y Diana (su pareja, coprotagonista y coargumentista del cómic), que nos cuentan cómo se vive la transición de género en una relación llena de amor. Entre los logros de Us se encuentra el de mostrar a una minoría sobre la que no se suele encontrar una representación positiva y sin una carga dramática desalentadora. Normaliza sus experiencias y consigue una respuesta empática en el lector. Incluso en el potencialmente reacio, que en muchas ocasiones es sencillamente un lector desinformado. Alguien a cuyo cerebro nunca se han asomado conceptos como «disforia» o «género asignado».

Este fanzine no pretende ser un manifiesto o una guía, pero consigue dar a conocer una realidad que no es todo lo familiar que debería ser, y lo hace de forma agradable a los profanos gracias al dominio del dibujo humorístico de Sara Soler, que en otro tipo de mercado y de cultura lectora podría ser una abanderada de la dramedy social comiquera que arrasa en ventas, como el italiano Zerocalcare.

Entre carcajada y carcajada, Sara y Diana nos llevan de la mano por sus batallas cotidianas y pequeños logros de autodescubrimiento, feminismo y resiliencia. Es un relato sobre la experiencia trans para todas las edades y condiciones, pero también una adorable y conmovedora prueba de que el amor en pareja va más allá de géneros, orientaciones y condicionamientos sociales adquiridos. Es un relato de generosidad autoral, pues se comparte de buen grado con los lectores algo tremendamente íntimo, y se hace por un gran motivo y con mejor gusto. Sin pontificar y sin planes ocultos, más allá de abrir su pecho y su relación al mundo para que vea que lo único que hay que ver son seres humanos con un corazón enorme y una resistencia a la ignorancia humana que se sale de las gráficas.

Y de abuelas, claro. Us también va de abuelas, esos seres que siempre van por delante de todos en materia de derechos humanos.

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