En busca del celuloide perdido
El cineasta • Julien Frey y Nadar • Astiberri Ediciones
Desde que Nadar encandilase con Papel estrujado y diera un golpe en la mesa con ese alegato social que es El mundo a tus pies, el mercado francés se ha rifado al dibujante valenciano. En El cineasta, bajo el guión biográfico de Julien Frey, Nadar encuentra un nuevo acomodo a una de sus inquietudes creativas: la culpa como motor social. Estructurada en formato semidocumental y con tintes de novela negra, esta colaboración narra la búsqueda de las películas perdidas del excéntrico director francés Édouard Luntz, siempre misterioso. A pesar de que temáticamente toca de lejos a este lado de los Pirineos, el ritmo de la investigación, la caracterización y las composiciones gráficas construyen una intriga hipnotizante que obliga a devorar esta obra hasta al lector menos interesado en el séptimo arte.
Un canto a la imaginación
El niño que • Juan Berrio • Nuevo Nueve
Novela gráfica costumbrista construida de forma episódica, que nos traslada a los años setenta y que nos recuerda lo realista y evocadora que puede ser una buena obra de ficción. A través de Luis, el pequeño protagonista de la historia, rememoraremos el infinito poder de la imaginación (la auténtica protagonista del cómic), especialmente cuando eres niño, la magia de los veranos jugando con amigos (y desconocidos), las preguntas detrás de esa curiosidad sana que no debería de perderse nunca y lo grande de las pequeñas aventuras. Juan Berrio, un historietista con letras mayúsculas capaz de hacer parecer sencillo lo complicado, hace un trabajo con técnica tradicional donde cada línea —y en especial cada tono de color elegido— cumple su función narrativa a la perfección.
Epílogo a una crónica sentimental
Es hoy • Carlos Giménez • Reservoir Books
Carlos Giménez cierra aquí la trilogía que da colofón a toda una vida haciendo tebeos inspirados en sus propias vivencias. Lo hace con el arrojo del valiente que no tiene nada que perder, pero también con la condescendencia del que, echando la mirada atrás se siente orgulloso. Pablo inicia un diálogo consigo mismo que le sirve de camino para despedirse de sus otros alter egos: Pablito, o tío Pablo. El autor rendido ante la vida, pero sin dejar de amarla hace un repaso que pone de manifiesto sus temas más recurrentes, como la amistad, la familia, la conciencia política, o el mundo actual. Su capacidad narrativa continua intacta, mientras que su pincel, quizás cada vez más suelto, tampoco ha perdido agilidad.
Horror adolescente
Grano de pus • Aroha Travé y Rosa Codina • Autoedición
La pubertad es una mierda. Eso es así. Creces, te vuelves un saco de hormonas con patas, te salen pelos en lugares en los que jamás debería salir pelo y, en general, el mundo se convierte en un patio de recreo infinito lleno de trampas mortales para tu ego, tu alma y tu salud. Grano de pus habla de forma lúdica y cómica de todo esto. De la angustia. Del amor. De lo mal que lo pasa uno, de lo idiota que se vuelve y de lo que mola contarlo. Lo que tenemos aquí es pura autobiografía que desprende todo el aroma del viejo underground tamizado por estas autoras, y es la voz de Travé y Codina la que escuchamos cuando, tras la lectura de este fanzine espontáneo y fresco, oímos un susurro ectoplásmico que dice… «nosotras somos el futuro».
Narradoras
La ciudad de cristal • Isabel Greenberg • Impedimenta
Literatura y tragedia, sinónimos de Brontë, enlazan en La ciudad de cristal con el tema recurrente de Isabel Greenberg: la reivindicación del arte de contar historias y su poder creador, con la voz de las mujeres por delante. Asistimos a la génesis del universo literario de Charlotte, Emily, Anne y Branwell Brontë, y al desmoronamiento de esos reinos imaginarios cuando la muerte y sus turbulentas biografías resquebrajan la familia. Del juego infantil a un mundo editorial predominantemente masculino, el relato se centra tanto en sus cortas vidas como en un ejercicio metanarrativo que diluye fronteras entre realidad y ficción. El arte, de apariencia naíf y colores limitados, prima expresividad y cuidado en la composición de página sobre realismo o complejidad narrativa. Homenaje a las Brontë, oda a la imaginación y reivindicación de nuestro potencial creativo.
Crónica de una rara avis en el Congreso
Señoría Labordeta • Daniel Viñuales, Carlos Azagra y Encarna Revuelta • GP Ediciones
Vuelta a las memorias del célebre aragonés después de Tebeo Labordeta, Señoría Labordeta centra su historia en los ocho años que pasó el biografiado en el Congreso dentro del Grupo Mixto. Entre los años de Aznar y Zapatero, a través de las discusiones parlamentarias sobre el Plan Hidrológico Nacional, la guerra de Irak y el 11M, José Antonio Labordeta es retratado como a través de su vocación de servidor público, de su brutal honestidad y de su esforzado sacrificio. Azagra y Revuelta tiran de oficio y resuelven su personalidad de forma que podría perfectamente convertirse en un personaje de Bruguera, con ingeniosas salidas, con sus prontos, con sus ademanes característicos, dibujando toda una plétora de anécdotas y sucesos con tanto humor como seriedad y, por qué no, ternura.
La radiografía de una inevitable despedida
Si te pudiera decir «gracias» • Yukari Takinami • Ponent Mon/Catarata
La colaboración entre Ponent Mon y Catarata fructificó en 2020 en la publicación de Si te pudiera decir «gracias». Esta obra de carácter autobiográfico firmada por Yukari Takinami se nos presenta como una crónica sobre la relación de la propia autora con su madre, afectada por un cáncer de páncreas en fase terminal. Takinami nos habla de las dudas y problemas con las que debe lidiar, no solo el enfermo, sino también la familia del mismo, en una situación de este tipo. Los escollos emocionales y comunicativos que sortear para despedirnos de un ser querido. Ni el humor ni el dibujo caricaturesco de Takinami pueden aliviar la carga sentimental y la dolorosa honestidad que reflejan las páginas de su obra.
La vida pese a todo
Todo es inflamable • Gabrielle Bell • Ediciones La Cúpula
La autora estadounidense ha convertido sus cómics autobiográficos en un trabajo tan íntimo como concienzudo. En Todo es inflamable, Bell aborda la relación con su madre en los días después de que esta última perdiera su casa merced de un incendio. El título remite tanto al suceso como a una proclama ante la vida: transpira tanta fragilidad como una suerte de estoicismo ganado con el paso del tiempo. De estilo sobrio, con los personajes compuestos en la viñeta como en un escenario, muy reminiscente del cómic underground más clásico y quizás con un tono de noir. La voz de Gabrielle Bell va más allá de lo confesional, practica una ironía muy personal y funciona como una suerte de suspiro íntimo que permite volver a tomar aire para seguir adelante.