El gran libro de Cuttlas

Gran patrimonio minimalista de la historieta

71QhkVuulPL

En noviembre de 2021 se anunciaba el final de las aventuras de Cuttlas, una sorpresa para muchos y que incluso fue noticia en mucha prensa nacional. Calpurnio, el nombre de firma de Eduardo Pelegrín Martínez de Pisón (Zaragoza, 1959-Valencia, 2022), anunciaba que estaba cansado y que no quería acabar con las botas puestas. Daba así un punto y final a un personaje que le había acompañado durante 37 años y que se había ganado el cariño de lectores de todo tipo. Mayor y más triste fue la sorpresa cuando Calpurnio nos dejó poco más de un año después. Dejaba una obra extensa que muestra las múltiples inquietudes de Calpurnio, desde la videocreación artística, la música, la ilustración, pero, sobre todo, nos dejaba uno de esos personajes que ya serán para siempre inmortales y forman parte del patrimonio de la historieta, el vaquero Cuttlas.

Nacido en las páginas del fanzine Japo en 1983, pronto se hizo hueco en las páginas de una de las revistas más underground de los ochenta como era Makoki, para luego pasar por las páginas de prensa como el Pequeño País, o el diario 20 Minutos, siendo cada vez leído por más lectores y llegando incluso a ser publicado en la revista Morning en Japón. Acabó su trayectoria con las páginas aparecidas en la revista Valencia Plaza, convertido ya en un icono, sin duda Cuttlas es uno de los personajes más conocidos por el público en general más allá de los clásicos de Bruguera. Un icono cultural de solo cuatro líneas, desde el principio Cuttlas es un personaje dibujado como un simple monigote con apenas dos bolitas y cuatro palos, y un gorro de cowboy. Con tan poco Calpurnio consiguió crear un personaje único. Siempre siguiendo un cuidado minimalismo en su dibujo, pero con el que fue capaz de retorcer el lenguaje de los tebeos de mil formas diferentes, estrujando todos sus recursos y creando nuevos. Sus historietas son referencia necesaria para otros dibujantes. Un minimalismo de aparente sencillez, unos dibujos de personajes que en principio parecen al alcance de cualquiera que cogiese un lápiz, pero que cuando uno pasa más de tres páginas de Cuttlas percibe que bajo esa apariencia hay mucho más y que solo Calpurnio era capaz de sacarlo. Excelente diseñador y hábil dibujante, de técnica refinada con el pincel como sus muestras de caligrafía y sus círculos a pulso demuestran, que dominaba las acuarelas y sus colores dejando algunas páginas preciosas, con puestas de sol de ensueño. Cuttlas es el paradigma del minimalismo lleno de virtuosidad.

Pero más allá de la técnica está el contenido con el que se ganó a los lectores, lleno de aventuras, de un fino humor con el que conseguía parodiar géneros como el western, pero también el terror o la ciencia ficción. Páginas de prensa que desarrollan unos personajes fácilmente reconocibles y entrañables, como siempre han hecho las mejores tiras, lleno de secundarios con su propia personalidad y tan queridos como Cuttlas; su novia, Mabel, su amigo de color, Jim, Juan Bala, siempre siesteando a la sombra de una tapia, 37, su colega de otro planeta, y, cómo no, su archienemigo y némesis, Jak el Malvado. Y cientos de indios enfrentados a Custer y su caballería, mostrando siempre el sinsentido de la guerra, uno de los temas del siempre humanista Calpurnio. Al inicio pura parodia, los personajes salieron de un universo de película para entrar en uno más cercano al nuestro, para acabar en su propio universo, lleno de música de Kraftwerk, de ciencia, metafísica y filosofía, de hedonismo anticapitalista, de gusto por la cultura pop y curiosidad, siempre curiosidad por todas las cosas y mucha atención a la actualidad, que es tratada con la habilidad del que la convierte en un chiste atemporal. Todo esto lo encontramos en El gran libro de Cuttlas, el recopilatorio más extenso hasta el momento con las historietas del vaquero minimalista de Calpurnio, hasta los storyboards de alguno de los cortos animados de Cuttlas, otro de los medios donde se expandió su éxito. Un libro indispensable en cualquier tebeoteca, un buen repaso a toda la trayectoria del personaje, aunque no definitivo. Esperamos todavía una obra integral y completista de todo Cuttlas, en el que la procedencia de cada página esté anotada y fechada y en la que el papel sea lo suficientemente grueso para que no se transparenten las páginas. Aún así este es un libro fantástico y necesario, lleno del brillo de Calpurnio y un homenaje más que merecido. Cuttlas es ya patrimonio de la historieta, un personaje tan sencillo como irrepetible, y Calpurnio un autor imprescindible para entender la historia de los tebeos.

Deja un comentario