Yona, princesa del amanecer

El viaje de la heroína

Etq6lRtXUAI15BP

Inspirándose en la época de los Tres Reinos de Corea (37 a. C. hasta 668 d. C.), más concretamente en los sucesos acaecidos en el reino de Goguryeo en el siglo VI, Kusanagi Mizuho nos lleva al ficticio reino de Kouka, donde encontraremos a la princesa Yona. Ella vive tranquila y rodeada de lujos en su palacio, su única preocupación es ese pelo rojizo tan especial, y lo pesado que es su guardaespaldas, y amigo de la infancia, Hak. También suspira por Soowoon, su primo, amigo y apoyo moral tras la muerte de su madre. Desde entonces, su padre, el emperador, la protege celosamente como si fuera una delicada flor. Pero esta fácil y placentera vida terminará de golpe tras una traición y un golpe de Estado. Yona se verá empujada a escapar de palacio con Hak y empezar un largo camino para encontrar a siete seres con poderes sobrenaturales que pueden ayudarla a recuperar el trono. Lo que quizás no esperaba encontrar a lo largo de su travesía era a sí misma.

Yona, princesa del amanecer lleva publicándose desde febrero de 2018 en español, pero no es en absoluto una novedad del cómic japonés. Apareció en 2009 en la revista de publicación quincenal Hana to yume de la editorial Hakusensha, y mientras escribo estas líneas se ha recopilado en 31 tomos (es decir, que han aparecido alrededor de tres tomos al año en el mercado japonés). En cuanto a la edición española, cuando leas esto, se estará acercando a los 30 tomos, prácticamente ha aparecido uno al mes (algunos meses, dos), que ha permitido que esté a punto de atrapar el ritmo de publicación japonés. Era un manga muy demandado por el público. Aun así, la apuesta de Norma Editorial entrañaba ciertos riesgos (serie larga y con mucho recorrido), pero tras la exitosa visita de Kusanagi Mizuho en el 25 Manga Barcelona, parece claro que fue una buena decisión, y la respuesta a su lanzamiento ha sido de lo más positiva: ha ganado dos años seguidos el premio a mejor shojo del Manga Barcelona, algo que no había conseguido ninguna otra obra en cualquier categoría hasta ahora.

El clásico viaje del héroe se convierte aquí en la peregrinación de la heroína, con una larga búsqueda llena de peligros a la que poco a poco, y con el esfuerzo de la protagonista, se van sumando nuevos aliados. Veremos cómo la frágil princesa de vida regalada empieza a mejorar progresivamente en sus habilidades para la lucha, pero al mismo tiempo va ganando en carácter. Yona tiene claro desde el principio de su aventura la necesidad de poder defenderse sola sin tener que contar siempre con su amigo y guardaespaldas Hak. Un relato de empoderamiento que no está en absoluto reñido con la historia de amor, un complejo triángulo amoroso aderezado con la presencia de los otros hombres que se unen a su causa. Aunque existe la tentación de clasificar Yona, princesa del amanecer como un reverse harem (manga en el que una chica está rodeada de pretendientes), lo cierto es que el aspecto romántico está mucho más delimitado y claro. El peso de la historia de amor en la trama va aumentando poco a poco, pero este sigue siendo un manga de aventuras, con grandes dosis de acción. En realidad no se aleja de una larga tradición de shojo manga protagonizado por grandes heroínas que viven épicas aventuras que nada tienen que envidiar a los más populares shonen protagonizados por los ubermen del manga. Siendo Fushigi Yugi de Watase Yū el precedente más evidente (aunque inspirándose en China, en vez de Corea), incluso podríamos hablar de algunas obras de las CLAMP, de uno de los shojo más vendidos y longevos como es Oke no monsho de Hosokawa Chieko (1976), aunque su protagonista Carlo sea algo más princesa desvalida en comparación con Yona. E incluso podríamos irnos a los inicios del shojo argumental, con La princesa caballero de Tezuka Osamu.

Aunque la publicación tan seguida de la edición española puede hacer parecer lo contrario, lo cierto es que Kusanagi ha ido cociendo a fuego lento la historia. Tras los dramáticos sucesos del principio, el desarrollo posterior es relativamente lento, encontrándose poco a poco con los futuros aliados, entrando en algunos momentos en cierto esquema repetitivo, pero que afortunadamente es capaz de corregir introduciendo algunas tramas paralelas y algunos giros y personajes interesantes que pueden sorprender a la lectora o lector.

Yona, princesa del amanecer es una obra muy completa, que abarca todo tipo de registros, desde el drama al humor, pasando por la aventura y la acción. No está desprovisto de mensaje, un más que evidente empoderamiento femenino, sin renunciar a los elementos habituales, estéticos, narrativos y temáticos, de las historias que se suelen publicar en revistas para el público femenino. Un título que ha abierto los ojos a muchos lectores con ideas preconcebidas sobre cierto tipo de manga, y que podría convertirse (o al menos nos gustaría) en un punto de inflexión en la publicación de shojo por estos lares.

Deja un comentario